martes, 14 de mayo de 2013

Los hombres y las telenovelas

Algo raro debo de tener dentro. A lo mejor en otra vida fui guionista de telenovelas latinoamericanas y es por eso. O puede que supla lo corto de mi nombre con los largos. Keine Ahnung.

Todos los tíos con los que he tenido algo más o menos serio, tienen un nombre que parece sacado de una telenovela, y es un hecho constatable. Nombres compuestos, combinaciones fruto de mentes maquiavélicas y disputas familiares entre el nombre que la madre quiere y el que le corresponde por tradición familiar, o los nombres de los dos abuelos aunque no peguen ni haciendo esfuerzos. Pero también hay nombres que incluso siendo simples pueden formar parte de esa novela absurda que parece que es en estos temas mi vida.



Yo ya me asusto cuando conozco a alguien que se llama algo así como "Andrés Gustavo", porque hay predisposición a que algo raro me pase con ellos. Una vez pensé que bueno, que uno no se correspondía exactamente con la onomástica abigarrada a la que estaba acostumbrada, pero claro, me equivoqué y resultó ser uno que como protagonista secundario, como un viajero lejano que se va y se lleva con él su caballo para seguir manteniendo sus llanos y cuyo sino está dirigido por espíritus misteriosos, daba el pego por completo.

Hay una cosa mala, que de personajes de telenovela, sólo tienen el nombre. A ver si la cosa se invierte y se convierten en esto:

http://eldescodificador.files.wordpress.com/2010/04/gavilanes3.jpg


Y que por lo menos tenga alguna alegría, vamos, digo yo. 

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