lunes, 20 de mayo de 2013

La Tregua, Benedetti.

No es que me entusiasmara, pero fue un libro de verano del que subrayé y marqué aún más de lo que pongo aquí.
"Hoy fue un día feliz, sólo rutina"
"Una triste con vocación de alegre"
"Pero todo fue siempre demasiado obligatorio como para que pudiera sentirme feliz"
"Si alguna vez me suicido, será en domingo"
"Yo nunca he juntado valor para empuñar una máquina fotográfica o un revólver"
"Acaso Dios tenga un rostro de croupier y yo sólo sea un pobre diablo que juega a rojo cuando sale negro, y viceversa"
"Nuestra sensibilidad es primordialmente digestiva. Nuestra innata vocación de demócratas se apoya en un viejo postulado: Todos tenemos que comer".
"Tenía veinte años y era joven; tenía treina y era joven; tenía cuarenta y era joven. Ahora tengo cincuenta y soy todavía joven. Todavía quiere decir: se termina".
"Pero, cuando además de desgraciado, uno se siente opaco, cuando no queda sitio para la rebeldía, el sacrificio o la heroicidad, entonces hay que llorar sin ruido".
"La burla proporciona una especie de solidaridad"
"Tampoco estoy seguro de que Dios, si existe, vaya a estar conforme con nuestra credulidad a partir de algunos datos desperdigados e incompletos".
"Allí donde normalmente va la dignidad, él sólo tiene un muñón"
"Cuando ella murió, la risa se me cayó de la boca".
"La más horrible variante de la soledad: la soledad del que ni siquiera se tiene a sí mismo".
"Yo también fui hijo único. Y no es fácil, uno acaba por sentirse desamparado"
"Tal vez el secreto resida en que mi cerebro tiene algunas necesidades propias del corazón, y mi corazón algunas exquisiteces propias del cerebro".

No hay comentarios:

Publicar un comentario